Una inteligencia artificial deja sacar a la luz enfermedades extrañas que resultan realmente difíciles de diagnosticar y tienen a quienes las sufren a lo largo de años en un peregrinar de especialista en especialista.
El diagnóstico de una enfermedad extraña es uno de los guirigay médicos más complejos de solventar. Frecuentemente, quienes las padecen pasan años merodeando de un especialista a otro hasta el momento en que logran, con suerte, un diagnóstico. La aplicación de una inteligencia artificial podría asistir a sacar a la luz esas enfermedades espectro a las que resulta tan bastante difícil poner nombre.
Las propias peculiaridades de las enfermedades extrañas se transforman en los peores oponentes del diagnóstico. La baja frecuencia con la que se presentan y la variabilidad en de qué manera se manifiestan sus síntomas complican el poner una etiqueta clínica, darle un nombre a lo que les pasa.
En contraste a otras enfermedades, para las que en general existen manifestaciones clínicas aproximadamente definidas, algún marcador biomédico o bien pruebas exploratorias complementarias que asisten al diagnóstico, esto no ocurre con la mayor parte de las enfermedades extrañas.
Frecuentemente, los profesionales clínicos no tienen experiencia suficiente para establecer un diagnóstico pues no se han encontrado ningún caso de esa enfermedad ya antes.
La «odisea del diagnóstico» hace que los pacientes pasen años sin saber qué les ocurre
Diez años deambulando de especialista en especialista
Hoy en día, la media de tiempo trascurrido desde el instante en que aparecen los síntomas hasta el momento en que se consigue el diagnóstico de una enfermedad extraña es de cinco años, si bien habitualmente pueden llegar a diez o bien más.
En muchas ocasiones se habla de “odisea del diagnóstico”, debido al peregrinaje, mediante diferentes consultas y médicos, que abundantes pacientes y sus familias deben hacer ya antes de tener un nombre para lo que les ocurre.
La primera Inteligencia Artificial para el diagnóstico de enfermedades extrañas
Por vez primera, se ha puesto en marcha un proyecto que utiliza una inteligencia artificial para advertir enfermedades extrañas.
El proyecto ha sido puesto en marcha por la Fundación San Juan de Dios (FSJD), el Centro de salud San Juan de Dios de León y Sopra Steria, líder europeo en asesoría, servicios digitales y desarrollo de software.
La primera fase se centra en la detección de la amiloidosis cardiaca, asimismo famosa como síndrome del corazón recio. La inteligencia artificial del ensayo consiguió identificar cincuenta casos de una muestra de dieciseis y quinientos pacientes que habían sufrido un fallo cardiaco.
Entre un quince por ciento y un veinte por ciento de los perjudicados no sabe que tiene esta enfermedad
El primordial reto de esta primera etapa del proyecto ha sido la baja incidencia de la amiloidosis, una enfermedad que presenta, además de esto, ciertas contrariedades en su diagnóstico debido a que sus síntomas acostumbran a confundirse con otros sufrimientos propios de la edad.
En verdad, entre un quince por ciento y un veinte por ciento de los perjudicados no sabe que tiene esta enfermedad. Conforme señalan estudiosos de la FSJD, la amiloidosis cardiaca supone el tres por ciento del total de ingresos hospitalarios y el dos con cinco por ciento del gasto sanitario.
La inteligencia artificial examinó diez años de historias clínicas anónimas que correspondían a cerca de dieciseis pacientes.
Más tarde, aplicando mejoras en el procesamiento de los datos y en los modelos metódicos a través de Big Data y algoritmos de Machine Learning, se efectuó una investigación sobre una muestra de personas con fallo cardiaco, un diagnóstico relevante para la amiloidosis.
Los cincuenta casos detectados entre las historias clínicas van a ser evaluados por médicso especialistas. Los resultados que arroje el algoritmo (capaz de aprender de nuevas historias clínicas, efectuar modelos predictivos y reconocer patrones) siempre y en todo momento han de ser confirmados por los médicos, que son las personas que validan el dictamen final en calidad de especialistas. Las herramientas basadas en inteligencia artificial van a ser sistemas de soporte a la toma de resoluciones.