Cuando nuestros mayores más cercanos empiezan a ver limitadas sus posibilidades de movilidad, recurrir a andadores puede resultar una solución muy práctica y sencilla. La clave siempre es buscar una calidad de vida lo más parecida posible a la que han estado acostumbrados hasta ese momento.
Todas las ventajas que se obtienen con un andador
La falta de autonomía es un problema real y una frustración que puede llegar a ser realmente alarmante. Ahora bien, hoy en día contamos con una amplia gama de andadores para mayores que convierten cualquier impedimento en un mero juego de niños. No hay nada traumático en usarlos, y por el contrario, el usuario se dará cuenta inmediatamente de lo cómodo que resulta y de lo intuitivo que es en todos los sentidos. Así, lo que estamos haciendo es devolverles calidad de vida directamente a ellos, tal y como se merecen.
Las posibilidades de hacer cosas se van a incrementar exponencialmente, y es que no hay nada mejor que poder contar por completo con tu cuerpo para hacer lo que quieras. Ya sea para salir a dar un paseo, hacer unas cuantas compras urgentes, o simplemente para establecer una nueva rutina en el día a día, un buen andador se puede convertir en el aliado definitivo para poder volver a confiar en nuestras piernas como motores cuando nos empiezan a fallar.
Además, está el concepto de la seguridad. Si es algo que nos preocupa, hay que tener claro que de todas las ayudas de este tipo que podemos encontrar en el mercado, un andador se presenta como la más segura con mucha diferencia. La clave se encuentra en la estabilidad que asegura a la persona que lo está utilizando a la hora de moverse, lo cual hace bastante más complicado que suceda un accidente respecto a otros casos.
¿Qué tipo de andador es el correcto para cada caso?
Es muy habitual que, por una cuestión de edad, un accidente o una patología, en algún momento se necesite temporal o permanentemente un andador o una ayuda por el estilo, o bien quizás se necesite alguien alrededor para ayudar. En cualquier caso, es normal que nos preguntemos exactamente cuáles son las posibilidades que hay en el mercado y cuál es particularmente la que nos puede venir mejor para nuestra condición o nuestro caso concreto.
Hay que dejar claro que hay muchos tipos de andadores para ancianos dentro del mercado, y cada uno en realidad puede aplicarse para una situación en particular. Los andadores sin ruedas, por ejemplo, están pensados para un mayor grado de autonomía y de independencia interna, es decir, dentro del propio hogar.
Moverse dentro de la casa resultará mucho más sencillo con uno de éstos, y en ocasiones, es todo lo que se necesita. Puede que no haya nada más frustrante que no poder desplazarse por voluntad uno mismo dentro de su domicilio, así que aquí podremos encontrar la sencilla solución a nuestro conflicto.
Pero si entramos a valorar por otra parte los andadores con ruedas, puede que también necesitemos aclararnos nosotros mismos acerca de exactamente para qué lo queremos y cuál va a ser el que mejor nos vaya a venir para el uso que le vayamos a dar.
Por ejemplo, los andadores con dos ruedas son ideales para zonas planas y de poco desnivel, zonas que no requieran un esfuerzo añadido y en las que, gracias a estos andadores, podamos andar con comodidad y seguridad.
Los de tres ruedas aportan estabilidad y son prácticos tanto para interior como para exterior. Y por último, los de cuatro ruedas dan una movilidad mucho más completa, gracias a las ruedas giratorias.
Sea el caso que sea, hay una solución dentro del amplio catálogo de las tiendas online de andadores y ayudas para ancianos y mayores, sólo es cuestión de saber exactamente cuál será el nuestro.