¿Tienen futuro los turismos autónomos?

Si bien semeja exageradamente complejo para un empleo tantrivial,los creadores de GoX piensan que este sistema terminará siendo indispensable si deseamos eludir que las calles estén atestadas de patinetes y bicis eléctricas. Mas ¿podrían haber dado asimismo con la clave para el futuro de la movilidad urbana?

Llevamos años escuchando charlar de los vehículos autónomos y de de qué manera cambiarán nuestra existencia, y es verdad que ya hay programas conduzco para su funcionamiento, mas aún estamos lejos de verlos circular. La tecnología a fin de que lo hagan ya existe –siempre que se den las condiciones ideales–, y los límites son más bien regulativos, mas ya se sabe que el ambiente perfecto no existe. Cuando algo falle –y en algún instante lo hará–, un humano debe estar listo para tomar el control.

Por tal razón ha comenzado a considerarse la utilidad de los operadores recónditos, conductores a distancia como los que controlan los patinetes de GoX, que van a ser capaces de solucionar ciertos inconvenientes para los que un vehículo autónomo no esté preparado: una carretera con obras que fuerzan a mudar las reglas frecuentes de circulación, la conducción con el máximo cuidado por tramos sin señalar… Los pasajeros recibirían la señal de alarma del vehículo y, a continuación, un mensaje de la compañía encargada explicando que una persona ha tomado el control hasta el momento en que las condiciones sean de nuevo convenientes a fin de que el vehículo circule solo.

Se podría hacer prácticamente desde cualquier punto del planeta. La implantación de las redes de telefonía móvil 5G, con una menor latencia, dejará que un giro del volante o bien una presión en el pedal de freno del supervisor recóndito se contesten en un vehículo pocas décimas de segundo después, y que la señal que capten las cámaras de los turismos se transmita prácticamente en tiempo real y con muy alta resolución al obrero. Ya en dos mil diecisiete, Telefónica y Ericsson probaron la aptitud de un sistema de conducción autónoma sobre redes 5G. Un conduzco recorrió el circuito de carreras Applus Idiada de Tarragona desde una cabina ubicada a setenta quilómetros de distancia, en Barcelona: como referencia, empleaba vídeos con determinación 4K emitidos por el turismo que estaba manejando.

Este género de sistemas de control a distancia resultaría útil en campos muy diferentes. Por servirnos de un ejemplo, múltiples startups de Silicon Valley crean automóviles de reparto absolutamente autónomos capaces de traernos el alimento o bien la adquisición a casa, y ciertos ya marchan a pequeña escala. Navegar por ambientes urbanos presenta muchos inconvenientes que serían bastante difíciles de solucionar para un sistema totalmente autónomo, mas no para un operador humano, por lejano que se halle. El transporte marítimo de mercaderías asimismo podría beneficiarse: ahora implica tener navíos dotados de una tripulación extensa que debe pasar muchos días en altamar para llevar el cargamento de un puerto a otro. Los técnicos de Rolls-Royce –que aparte de los conocidos vehículos de mucho lujo fabrica sistemas de propulsión para aeroplanos y barcos– piensan que en esta década vamos a ver los primeros navíos de carga tripulados a distancia. Uno o bien 2 capitanes dirigirán la nave desde una oficina en dique seco.

Como ocurre con los turismos autónomos, para llegar a esta situación va a hacer falta un esencial cambio regulativo –la ley marítima internacional no deja un navío sin tripulación–, mas los elementos técnicos precisos para hacerlo ya existen y el ahorro en costos operativos es tan grande que se trata de una ocasión que ninguna naviera va a dejar pasar.

Los sistemas de control a distancia podrían fallecer de éxito: conforme la conducción autónoma gane en eficiencia –en una buena parte merced a lo que se aprenda con las repetidas sesiones de manejo a distancia–, resultarán menos y menos precisos. Va a llegar un instante en el que tener un humano al cargo de un vehículo nos va a parecer peligroso y arbitrario, mas, hasta ese momento, este género soluciones medias podrían darnos la seguridad que precisamos para atrevernos a soltar las manos del volante.

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