El viejo Hotel Holiday, el día de hoy Edificio Alameda Plaza en Valencia, ha sido desarrollado por el estudio de interiorismo Laura Yerpes dotándolo de armonía, calidez y muchos detalles complejos inspirados en la ciudad de París. Todo esto transforman al hogar en un entorno único.
En el momento de su diseño, se ha intentado entremezclar tradición y vanguardia para crear el mejor entorno posible. Ubicado frente al viejo cauce del río Turia, resalta por la continuidad visual de un estilo caluroso y muy elegante que brota de la selección de paletas de colores, el empleo de materiales puros y papeles y tejidos naturales.
El trabajo del estudio de Laura Yerpes englobó la redefinición de estancias y la decoración de todo el espacio, para aprovechar cada metro cuadrado y crear un ambiente agradable y práctico, para la vida diaria en esta residencia de ciento treinta y tres metros cuadrados. Ciertos detalles singulares de la residencia son la celosía en hierro pintado en blanco que protagoniza el salón y la esquina de lectura, pertrechado con un chaise longe de estructura dorada.
“Repensamos todo de principio a fin, desde la entrada a la residencia hasta la conexión entre las estancias, el diseño y los acabados del moblaje y todos y cada uno de los elementos ornamentales, que son los que definen la personalidad de una residencia y las emociones que produce. En nuestro estudio diseñamos a la medida y escogemos esmeradamente todas y cada una de las piezas de moblaje y de decoración. En los detalles y en las emociones que producen se aprecia nuestro toque personal”, comenta Laura Yerpes.
Ese saber hacer en diseño y decoración se revela en la riqueza y elegancia de las puertas de corredera y de los guardarropas de cristal que conviven con la calidez de los tejidos y de la madera. Puertas y guardarropas crean transiciones fluidas entre la cocina, que resalta por la sofisticación de los materiales oscuros, y el salón, cuya composición se define por sus colores neutros con detalles rojizos y sus materiales naturales.
La armonía se sostiene en todos y cada uno de los rincones de este hogar, en el que los reflejos metálicos y el empleo del cristal le aportan una sofisticación singular, mientras que los detalles ornamentales como la selección de las composiciones pictóricas redondean el carácter estético y agradable del espacio.
“Inspeccionamos, punto por punto todas y cada una de las etapas del proceso para asegurarnos que el proyecto cumple todos y cada uno de los requisitos marcados y con la calidad máxima que caracteriza nuestros trabajos. La excelencia de acabados de nuestros proyectos de interiorismo marca la diferencia”, explica la interiorista y decoradora.