Las viviendas de madera listas para instalar tienen muchos beneficios, de ahí a que cada vez están más presentes. Son sostenibles, ya que implican menor gasto energético, además de ser más rápidas de construir, lo que genera menos costes en mano de obra.
Con el pasar del tiempo las casas de madera prefabricadas se han popularizado como una de las opciones más valoradas por las personas que tienen proyectada la adquisición de una vivienda, bien sea principal o segunda residencia para periodos de vacaciones.
El hecho de que sean cada vez más escogidas, tiene que ver con sus importantes ventajas entre las que se cuentan que son ecológicas, representan un menor coste con respecto a otras opciones, se construyen más rápidamente, su traslado es menos complicado, son más fáciles de personalizar, seguras, eficientes y resistentes, además son versátiles en lo que respecta a diseño y tamaño.
Sostenibles y económicas, beneficios muy valorados
El hecho de que la materia prima sea la madera, es una de las principales ventajas de las casas de madera prefabricadas. Al ser este material un aislante natural, esto hace que estas viviendas sean ecológicas y saludables. En este sentido, son estructuras que regulan la temperatura interior, por lo que en invierno contribuyen a mantener el ambiente caliente, mientras que en verano se mantienen frescas y esto, obviamente, genera un impacto favorable en lo que respecta al consumo de energía.
Este ahorro en el consumo energético, además, implica un menor coste económico para las familias. Las casas de madera suelen acompañarse de un buen aislamiento de techos, ventanas sin apenas puentes térmicos y suelos que contribuyen a mantener la temperatura, lo que, sin duda, implica menos gasto de energía en climatización y, en consecuencia, menos importe por facturas.
Aparte del menor gasto por concepto de facturas, el coste en sí de las casas prefabricadas de madera es más económico que otro tipo de viviendas, aunque obviamente, esto va a depender del tamaño y el modelo. Esta afirmación se hace siempre que el coste de la materia prima y su proceso de transformación sea mucho menor que otros materiales.
A esta conclusión también se llega por el hecho de que su tiempo de construcción es mucho más corto. Al comprar las partes de la casa prefabricadas, tan solo se trasladan el lugar y se instalan in situ, lo que implica una gran reducción en lo que respecta a la contratación de mano de obra. Además, sus cimientos, al ser estructuras mucho más ligeras que las tradicionales, son más económicos.
Lo que lleva más tiempo es la instalación de acometidas eléctricas y otros servicios como el de agua potable, sin embargo, en proceso de montaje total es mucho menor que el de otro tipo de vivienda.
Personalizables, confortables, seguras y resistentes
Muchos se decantan por las casas de madera prefabricadas, ya que ofrecen la posibilidad de poderlas personalizar aún más que una vivienda convencional que, por lo general, tiene un modelo estándar.
Los propietarios tienen más libertad y alternativas de diseño, acabados, materiales adicionales y formas según sus gustos, preferencias y posibilidades, en combinación con las normativas legales de la zona, el clima y las características del terreno.
Son más seguras en diversas circunstancias, por ejemplo, en caso de sismos, al ser la madera un material flexible, lo que permite absorber y disipar la energía que se produce en un movimiento telúrico.
Se tiene la idea de que la madera es peligrosa por ser inflamable, sin embargo, es importante mencionar que al momento de adecuarse para el uso residencial este material es sometido a tratamientos con base en sustancias ignífugas que le confieren propiedades anti combustión.
Siempre y cuando las casas de madera sean construidas de una manera adecuada y óptima, además de recibir el mantenimiento periódico acorde, serán inmuebles con una gran durabilidad, incluso aún más que las casas de ladrillo.Otra de sus valoradas ventajas es que son viviendas ampliamente confortables. El color, tacto, olor y sonido… estar en una casa de madera realza la percepción de los sentidos, sin duda, es una habitabilidad muy placentera.