La actuación del gobierno de cara a unas nuevas elecciones es, cuanto menos, intrigante. Lo digo, por el hecho de que al ver la manera en la que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, con patrañas y falsas promesas ha puesto de sobreaviso a la población por norma general.
A la pandemia, la tormenta Filomena, la subida de impuestos y de servicios y la carencia de ayudas específicas a pequeños mercaderes y empresarios, se aúna ahora la bajada de pantalones – otra vez- frente a los nacionalistas separatistas catalanes y vascos.
Lo último que sabemos es que el gobierno va a invertir unos mil setecientos millones de euros en la ampliación del aeropuerto del prat, como la discusión del traspaso de competencia en materia de capacitación educativa experta en materia de salud, entiéndase el MIR, que ha sido baluarte y garantía de equidad, igualdad de ocasiones, libertad y premio al mérito y a la perseverancia para los estudiantes de medicina y para la sociedad por norma general.
Ceder estas competencias probaría de qué manera el presente gobierno de España trabaja en el desmontaje del sistema unificador que da sentido a la idea de país, quedando únicamente la Corona en el punto de atención.
El sistema actual del MIR garantiza la uniformidad de la educación sanitaria experta en toda España bajo criterios nacionales, al ceder estas competencias a las autonomías, no solo los pupilos van a perder opciones y ocasiones, sino los pacientes van a perder garantías y calidad sanitaria.
No olvidemos que -conociendo a los personajes-, de realizarse el traspaso de competencias, las autoridades catalanas impondrán probablemente la presentación de las pruebas en catalán, lo que daría primacía a los estudiantes de esa provincia sobre el resto estudiantes en el momento de decantarse por plazas en Cataluña; eso sí, sosteniendo la posibilidad de que los estudiantes catalanes puedan proseguir optando a plazas en el resto del país.
La consecuencia natural sería que el resto de CCAA asimismo pidan el traspaso de estas competencias, lo que traería descontrol, desigualdad y, en suma, atraso en una materia tan esencial como las especialidades médicas.
La educación y la sanidad son temas que deben ir decididos y ratificados a nivel nacional, pues dan estructura de país, dan forma al carácter y también idiosincrasia, dan unidad, cohesión y sentido al resto de medidas que cualquier gobierno desee realizar a lo largo de un periodo determinado de años.
De ahí que me pregunto, ¿está el gobierno de Pedro Sánchez pensando en la reelección? Mas ¿de qué manera piensa hacerlo?.
Estas medidas, indican la necesidad -por la parte del gobierno- de contar con el apoyo de extremistas y separatistas para sostenerse en el gobierno y; la capacidad -asimismo por la parte del gobierno-, de hacer lo haga falta para conseguir ese apoyo.
Hasta acá bien, pues se comprende el círculo vicioso que sufre España, mas es un círculo que de entrada debería romperse para las próximas elecciones generales porque; aparentemente, el gobierno ya no se encara a otros partidos sino, por contra, se encara a la gente, a esa masa que si bien cambiante, ha sido víctima directa de la ineptitud de este gobierno socialista.
Evidentemente, el gobierno no se va a dejar quitar el poder tan fácilmente; por el hecho de que -siendo realistas-, ser una parte del gobierno nacional, es una lotería que no les volverá a tocar en bastante tiempo.
De ahí que mi inquietud, por una parte creo que la gente no va a apoyar a Sánchez en otro intento de gobierno, no solo por las encuestas, sino más bien por el malestar y el aburrimiento que se ve en las calles día a día; mas, por otra parte, asimismo veo las ansias y la determinación de sostener el poder por la parte de quienes el día de hoy lo detentan.
Creación y distribución subjetiva y parcializada de ayudas y de los fondos europeos, más alegato victimista-revanchista para desviar la atención, demagogia pura y quién sabe, a lo mejor alguna modificación de la ley electoral, son las estrategias que vislu el tiempo vuela, amanecerá y vamos a ver.