¿Cómo convertir tu pasión por el bricolaje en un trabajo?

El bricolaje, el arte de crear y reparar objetos usando diferentes herramientas y materiales, es la pasión de muchos. Esta actividad manual tan variada les permite a los aficionados pasar horas y horas entretenidos en los proyectos que se proponen. Si tú eres uno de estos aficionados, y ahora te preguntas cómo puedes hacer de tu afición un trabajo que genere ingresos, este es tu artículo. 

  1. Decide exactamente a qué te quieres dedicar

Por desgracia, el bricolaje como tal es una disciplina aún sin espacio propio en el mercado laboral. Los aficionados al bricolaje realizan tareas que pueden ser útiles en diferentes trabajos manuales, como el de carpintero, albañil, fontanero, ebanistería, decorador o pintor, por poner algunos ejemplos. Así pues, lo primero que debes hacer es decidir a qué sector concreto te quieres dedicar. 

Si no te encuentras al 100% cómodo con ponerte una etiqueta concreta porque lo que te gusta es precisamente la naturaleza multidisciplinar del bricolaje, no te preocupes; una vez que comiences a trabajar, puedes incorporar elementos de las diferentes disciplinas en tus proyectos. Esto sin duda puede hacer que tu trabajo destaque y que estés, por tanto, más cotizado. 

  1. Pule tus habilidades

Ahora que ya sabes exactamente a qué te quieres dedicar, es hora de pulir todas tus habilidades. Puedes empezar con proyectos pequeños, que ya te veas capaz de realizar por tu cuenta. Una vez que hayas realizado varios proyectos sencillos y confíes un poco más en tus habilidades, es hora de buscar talleres y distintos cursos formativos que te ayuden a refinar aún más tu técnica. 

También es importante que aprendas con detalle el funcionamiento de todas las herramientas que vayas a usar una vez empieces a ejercer. Con algunas, es especialmente importante que les dediques mucho tiempo, ya que no hacerlo podría significar un gran riesgo para tu seguridad; un taladro eléctrico como este, por ejemplo, requiere de mayor preparación que otra una herramienta no eléctrica, como podría ser un rodillo de pintar. Sin embargo, es importante dedicarles algo de tiempo a ambas para garantizar no sólo tu seguridad, sino también para garantizar un buen acabado en el proyecto. 

  1. Crea un portafolio con tus proyectos

Aunque esto no será posible en todos los oficios, hay varios en los que te puedes beneficiar de crear un portafolio que incluya algunos de tus mejores proyectos. Este portafolio será algo así como tu carta de presentación – a la par que tu currículum – y se lo podrás mostrar a tus posibles empleadores cuando vayas a las entrevistas. Esto es de especial importancia cuando tu experiencia profesional en el sector es limitada (o nula), ya que es tu única forma de demostrar que ya sabes bastante del oficio. 

  1. Crea una buena red de contactos 

En cualquier sector, lo importante es tener conocidos y contactos con los que te lleves bien y que te puedan traer nuevas oportunidades. Si tienes una buena red de contactos que saben de tus habilidades y, sobre todo, de tu buena disposición para aprender y trabajar, te será mucho más sencillo encontrar trabajo. Puede parecer que al principio nada se mueve – no siempre tus contactos tendrán algo que ofrecerte al momento – pero si te enfocas en agrandar tu agenda, con el tiempo acabarás recibiendo más llamadas de las que crees. 

  1. Siempre realiza buenos trabajos

Otra característica común de los oficios relacionados con el bricolaje – ya sea el de carpintero, ebanista o cualquier otro – es que lo más importante es el acabado final. Los clientes que contraten tus servicios querrán resolver un problema en sus hogares o negocios, o mejorar algo que creen necesita de una mejora. Por eso es importante asegurarse de hacer un buen trabajo, y dejar al cliente satisfecho con tu labor. Esto también favorecerá el boca a boca, la mejor forma de marketing para cualquier negocio que se precie. 

Transformar tu pasión por el bricolaje en un trabajo bien pagado es más sencillo de lo que te imaginas. Sólo tienes que dar el primer paso y empezar, formándote en la disciplina que te guste y trabajando duro para crear tu portafolio y darte a conocer. Con el tiempo, tu bien trabajo será tu mejor tarjeta de presentación y podrás vivir de lo que más te gusta: trabajar con las manos.

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