El veinte de marzo de dos mil veinte un conjunto de dieciseis elefantes asiáticos abandonó su hogar, en la reserva de Xishuangbanna, próxima a Laos y Birmania, y emprendió viaje con rumbo al norte. Por el camino, una hembra se puso de parto, con lo que los animales hicieron una parada en los bosques de Pu’er, a ochenta km de la reserva, que duró 5 meses. Tras esto reiniciaron la marcha, mas 2 elefantes decidieron regresar a casa.
Los animales llevan ya más de quinientos km recorridos. En su particular excursión se han comido campos enteros de maíz, han destrozado graneros y asolado campos de cultivo. Se les ha visto andando por carreteras y cruzando ciertos pueblos.
La manada se ha transformado en un fenómeno viral en China, se puede proseguir en riguroso directo su viaje y se les conoce como los “elefantes borrachos”. El apodo viene muy a cuento y es que, en este periplo, los animales han entrado en una factoría de licor. En verdad, uno de ellos se emborrachó al comer grano fermentado. Asimismo entraron en un concesionario y se tomaron dos mil litros de agua.
La anécdota puede resultar de primeras chistosa, mas hay quien ha perdido su cosecha o bien lamenta esenciales daños materiales. Las imperfecciones y daños ocasionados por la manada ascienden ya al millón de euros.
Los “elefantes borrachos” están protegidos, en verdad, son elefantes asiáticos, hoy día en riesgo de extinción. Para eludir incidentes, un equipo de especialistas prosigue de cerca a la manada empleando drones, poniéndoles comida lejos de las zonas pobladas y usando automóviles para impedir el paso de los animales a las aldeas.
Los especialistas no tienen clarísimo el porqué de esta muy larga migración al norte. Ciertos apuntan a que el elefante que lidera la comitiva puede no tener mucha experiencia y haberse equivocado con la senda. Otros aseveran que el viaje puede estar motivado por la minoración de las plantas que comen en las áreas forestales. Este motivo es recurrente puesto que no es la primera vez que los paquidermos de la reserva de Xishuangbanna abandonan su casa por no tener suficiente comida en la selva y llegan hasta las propias aldeas. Lo que no había sucedido jamás es que fuesen tan al norte, tan lejos.
De momento, no ha habido que lamentar ningún percance con heridos o bien fallecidos, cosa que sí ha sucedido en otras ocasiones.