¿Las plantas duermen?

El día de hoy sabemos que las plantas asimismo duermen mas, como sucede con otras capacidades como la inteligencia, con el acto de dormir no nos referimos a que las plantas sueñen como , sino a lo largo de la noche experimentan un descenso en su actividad metabólica e inclusive cambian de situación. Como explica Mancuso en su libro, las observaciones respecto a los movimientos rítmicos de los vegetales se remontan hasta la Grecia tradicional, aunque fue el botánico Jean-Jacques d’Ortus de Marian quien en mil setecientos veintinueve, tras estudiar los movimientos de las plantas de mimosa, concluyó que los vegetales debían tener una suerte de reloj interno para supervisar dichos cambios de situación.

Sería otro botánico, Carl Linneo, quien hablara por vez primera del sueño de las plantas en uno de sus tratados menos conocidos, Somnus plantarum (mil setecientos cincuenta y cinco). Linneo no dio explicaciones al fenómeno, mas clasificó de manera sistemática todas y cada una de las especies que cambiaban de situación durante el día. Además de esto, el científico proyectó un jardín-reloj en el que fuera posible saber la hora por la simple observación del comportamiento de las plantas contenidas en exactamente el mismo.

Otra de las semejanzas más curiosas con el sueño de los animales, es el hecho de que las hojas tiendan a adoptar a lo largo de la noche una situación similar a la que tenían cuando eran brotes: se enrollan en forma de cucurucho, se pliegan en forma de abanico o bien se doblan en 2 durante los nervios centrales.

La clave no es otra que el azúcar

En investigaciones siguientes a la publicación del libro de Mancuso se han ido despejando ciertas incógnitas relativas al sueño de las plantas. Por servirnos de un ejemplo, un artículo publicado en PNAS en el tercer mes del año de dos mil veintiuno lanza bastante luz sobre los procesos metabólicos que subyacen a la regulación del ritmo circadiano de las plantas. En investigaciones anteriores, un equipo de científicos de la Universidad de la ciudad de Melbourne había probado que la acumulación de azúcares producidos desde la fotosíntesis ofrece a la planta mucha información sobre la cantidad de azúcar generada por la mañana y manda señales al reloj circadiano para ajustar su ritmo.

En el nuevo trabajo, y en cooperación con estudiosos de la Universidad de York, exactamente los mismos autores describen otra nueva vía por la que el metabolismo regula el ritmo circadiano: las especies reactivas de oxígeno (ROS por sus iniciales en inglés), moléculas que se forman a resultas de procesos como la generación de energía y que frecuentemente son perjudiciales.

Los estudiosos han descubierto que uno de estos subproductos, el anión superóxido, aumenta conforme se elevan los niveles de azúcar en la planta y al anochecer actúa para ajustar el ritmo circadiano. Esta señal metabólica rítmica es capaz de mudar la expresión de genes que regulan funciones tan esenciales como el desarrollo, el transporte de nutrientes y el metabolismo energético, y los autores piensan que esta señal metabólica podría estar dando información a la planta sobre cuánta energía tiene libre a lo largo de la noche y, por su parte, repercutir en el desarrollo de la planta.

Fuentes:

Sensibilidad y también inteligencia en el planeta vegetal. Stefano Mancuso y Alessandra Viola. (Trad. David Paradela López). dos mil quince. Editorial Galaxia Gutenberg

Román et al. dos mil veintiuno. Superoxide is promoted by sucrose and affects amplitude of circadian rhythms in the evening  PNAS March nueve, dos mil veintiuno ciento dieciocho (diez) e2020646118; https://doi.org/10.1073/pnas.2020646118

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