Exactamente, para la producción de estas imágenes falsas el equipo de investigación de Norteamérica usó redes GAN, a través de un género de IA parcialmente simple de emplear, y que generalmente se usa para la creación de caras falsas.
Como advierten y alertan los estudiosos, el empleo de deepfakes en las imágenes satelitales puede terminar siendo peligrosísimo, en tanto que al visualizar este género de instantáneas es muy habitual meditar que son reales, puesto que, se supone, son fotografías del sitio, y no se corresponden con interpretaciones llevadas a cabo por un cartógrafo. Mas los deepfakes han probado que no tiene por qué razón ser de esta forma.