Gruta de cristales
Este prodigio de la naturaleza mide unos treinta metros de largo y tiene forma de herradura. Fue descubierta en el año dos mil por dos hermanos mineros: Eloy y Javier Delgado.
Conforme publicó el Guinness de los Records en dos mil veinte, los cristales de selenita se formaron cuando la gruta se llenó de agua caliente rica en minerales. La mina de Naica se sitúa en una falla geológica sobre una cámara de magma, lo que crea las condiciones precisas a fin de que se formen cristales. El gran calor que provocó el magma calentó el agua que quedó atrapada en las cámaras y se empapó de yeso.
Estas cámaras estuvieron llenas de agua sobresaturada de yeso a lo largo de unos quinientos años. La temperatura del agua se sostuvo en cincuenta grados centígrados y esto hizo que los cristales creciesen y alcanzaran unas dimensiones gigantes.
En nuestros días no hay agua en la gruta y en su interior reina una temperatura infernal de unos cincuenta grados centígrados y una humedad que pasa del noventa por ciento . Las personas que trabajan en la gruta solo pueden estar allá diez minutos seguidos.
Los cristales de selenita pueden ser enormes, como sucede en la gruta de Naica. Las fotografías que allá se han tomado retratan un escenario de ciencia ficción, tal y como si estuviésemos en otro planeta. Así de alucinante es.
La gruta de cristales más grande de Europa
¿Sabías que la gruta de cristales más grande de Europa está en España? ¿Y que es la segunda más grande del planeta tras la de Naica?
La Geoda de Pulpí es la gruta de cristales más grande de toda Europa. Como señala su nombre, este sitio que bien podría ser Krypton, el planeta donde nació Superman, está en la localidad de Pulpí, en Almería.
La gruta andaluza tiene una cavidad de 8 metros de largo por uno con ocho de largo, uno con siete de ancho y sesenta metros de profundidad. Los cristales de yeso que en ella se hallan no son tan espectaculares como los de Naica puesto que como mucho llegan a los dos metros de altura, muy, muy diferentes a los once metros de largo de ciertos cristales de la gruta mexicana.
Fue descubierta en el mes de diciembre de mil novecientos noventa y nueve por miembros del Conjunto Mineralogista de la capital española en la Mina Rica. Desde agosto de dos mil diecinueve es posible visitar la gruta, una ocasión única de viajar al planeta de Superman.