Instalación de aerotermia en Madrid: desafíos y oportunidades

Los sistemas aerotérmicos son aquellos que captan, gratuitamente del aire, hasta el 75% de la energía ambiental mediante una técnica ecológica. Se les conoce coloquialmente como aerotermia y usan unos dispositivos llamados bombas de calor que están hechas para proporcionar refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si se requiere, agua caliente durante todo el año.

Casi todas las nuevas edificaciones que se construyen en Europa están usando modelos más sustentables de aprovechamiento de energía. Pero, las viviendas o edificios para uso comercial e industrial ya existentes, deben hacer ciertas reformas para hacer uso de sistemas de aerotermia. Para instalar aerotermia en Madrid hay que buscar a expertos que hagan un diagnóstico de cada edificación y tracen un plan adaptado a cada necesidad.

Estas son las oportunidades y desafíos de los instaladores de aerotermia en Madrid y el resto del mundo:

Cambios necesarios en los inmuebles

El futuro de la climatización ecológica, rentable y doméstica está en la aerotermia como respuesta. Las calderas tradicionales, incluso las de última generación, cuya eficiencia es asombrosa, han descubierto un «enemigo temible» en las bombas de calor.

Se trata de un rival que no depende de combustibles fósiles, no emite gases contaminantes ni residuos tóxicos, produce más energía de la que consume y reduce costes del presupuesto energético de familias y empresas. ¿Se puede pedir (y tener) algo más asombroso?

Una casa construida hace décadas y ocupada es un inmueble que siempre está cambiando. Las reformas son habituales en el hogar. Periódicamente se cambian los ambientes con pequeñas decoraciones y, a veces, con reformas totales. Pintar las paredes, reparar o sustituir el revestimiento de los suelos y comprar nuevas puertas y ventanas para la eficiencia energética son algunas de las obras más comunes.

La geotermia y la aerotermia son ahora opciones disponibles mucho más respetuosas con el medio ambiente. Se trata de extraer energía del suelo o del aire, pero ¿se podrían adoptar uno de estos enfoques, dado que ya se reside en la vivienda? ¿Sería necesaria una reforma a fondo? ¿Se requiere invertir mucho dinero?

En realidad, todo depende del inmueble. Los especialistas en este tipo de instalaciones hacen evaluaciones personalizadas y dan soluciones a medida sobre las unidades externas e internas, el acondicionamiento de muros y cómo es mejor hacer la instalación para hacerla eficiente y gastar menos.

Suelo radiante y aerotermia: un recurso extraordinario

Una bomba de calor es un dispositivo capaz de captar la energía del aire exterior, convertirla en calor y transmitirla al interior del edificio. Así de simple y ecológicamente funciona la aerotermia. Las bombas de calor modernas son tan eficientes que, a pesar de que utilizan electricidad para trabajar, permiten obtener de tres a seis unidades de energía térmica por cada unidad de energía eléctrica.

Esto quiere decir que se está ante una importante reducción de costes con respecto a los sistemas de calefacción (y climatización en general) convencionales que están basados en la combustión y que no aprovechan totalmente la energía que generan.

Mediante esta modalidad las tuberías de agua caliente y de sistemas de calefacción se trazan debajo del suelo generando calor y aprovechando el que proporciona todo el sistema de un inmueble.

Elementos técnico y dimensiones del espacio

Si un hogar tiene radiadores clásicos, se deben utilizar aerotermos de alta temperatura, ya que estos funcionan a 80 grados. Son un poco más caros y menos eficaces que la aerotermia de baja temperatura. Por lo tanto, aunque es bastante beneficiosa en pisos o casas grandes, esta adaptación no suele ser muy rentable en pisos o viviendas pequeñas.

La aerotermia suele ser más provechosa si el piso o casa dispone de calefacción por suelo radiante, ya que los dos sistemas funcionan juntos con bastante más eficacia que la simple caldera, lo que permite ahorrar mucho dinero.No obstante, el ahorro no será suficiente para compensar el gasto si la vivienda sólo consume unos pocos kilovatios al año. Cuando el uso es elevado, cambiar la caldera por la aerotermia suele merecer la pena, ya que la inversión se recupera rápidamente. Finalmente, en comparación con una caldera de gas, la bomba de calor contamina mucho menos.

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