El problema con el control de esfínteres implica un empeoramiento en la calidad de vida de los adultos. La nueva tendencia para atender este tipo de problema, está en el uso de la estimulación de los músculos pélvicos de forma electrónica para fortalecerlos, tratamiento que puede también minimizar los dolores en la parte baja de la espalda.
La incontinencia urinaria es una condición que puede afectar a personas de cualquier edad. Sucede cuando, por diversas causas, se pierde la capacidad de controlar voluntariamente la micción o el proceso para vaciar la orina en el sitio y momento adecuado. Actualmente están disponibles técnicas que permiten solucionar ese problema.
La Organización Mundial de la Salud considera la incontinencia como una enfermedad, en vista de que disminuye la calidad de vida de un adulto. Causa problemas de aislamiento, afecta en la actividad sexual (se evita contacto con la pareja) y laboral (ausentismo), y además, genera desequilibrio psicológico (causa depresión, ansiedad o baja autoestima).
Problema inoportuno
Todo niño aprende a contener las ganas de vaciar la vejiga urinaria entre los dos y los cinco años, sin embargo, en la edad adulta se pierde esa capacidad por situaciones temporales, como el embarazo, por problemas de salud o con la vejez. Se estima que el 6% de la población mundial sufre algún grado de incontinencia urinaria.
Algunas mujeres después del parto sufren prolapso, es decir, un descenso o estiramiento de órganos ubicados de la pelvis (vejiga, uretra, recto o vagina) y esto se asocia a la incontinencia, al igual que a otros factores, como el asma, la obesidad, la diabetes o la hipertensión.
Este problema puede manifestarse de varias maneras: cuando se escapa la orina por esfuerzo (al toser, reír, estornudar o durante el acto sexual); de urgencia es cuando se tienen muchas ganas de orinar y se escapa el fluido; mixta (esfuerzo y urgencia); e inconsciente, que es cuando se da por rebosamiento de la vejiga sin que la persona se percate de ello.
Nuevas técnicas
Las causas del problema, las condiciones de salud de la persona y la manera como la situación afecta en la vida, son determinantes para definir el tratamiento de la incontinencia. Una de las técnicas más novedosas que se están implementando, es el uso de entrenadores para suelo pélvico, para atender los casos relacionados con incontinencia por esfuerzo. El objetivo que se busca es hacer más resistente la uretra para disminuir las fugas de orina.
La tecnología ha facilitado una terapia para recuperar los músculos afectados sin esfuerzo, con un ejercitador del suelo pélvico para mujeres por medio de electroestimulación para ayudar a tratar el problema sin fármacos. Se trata de un dispositivo EMS STIM-PRO I-2000, con una sonda que fortalece los músculos de la pelvis,, para el tratamiento de los diferentes tipos de incontinencia, incluyendo la fecal.
Tiene 5 programas preestablecidos que permiten el entrenamiento pasivo y discreto, sin necesidad de efectuar grandes esfuerzos y sin daños en la dermis. Por otra parte, existen fármacos para la incontinencia, no obstante no son muy utilizados, debido a que tienen efectos secundarios y no aportan mucha mejora. Está también la alternativa de la cirugía, para casos de prolapso cuando se requiere una corrección del área pélvica más severos.
Una alternativa sin efectos secundarios o uso de medicamentos, es rehabilitar los músculos de la pelvis con ejercicios como Kegel, que han mostrado ser eficaces.
Otra técnica que se ha considerado es el uso de un cono vaginal para comprimir los músculos del suelo pélvico, aunque no es apto para todas las mujeres y puede tener efectos secundarios.
Dolor lumbar
Algunos estudios relacionan el dolor de lumbago con la incontinencia, esto es debido a que gran parte de las mujeres que presentan frecuentes dolencias en la parte baja de la espalda tienen dificultades para controlar la orina.
Se estima que el dolor lumbar puede ser causado por problemas óseos, malas posturas, sobreesfuerzo, además de la debilidad de los músculos del suelo de la pelvis. La estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS), también se emplea para el dolor de lumbago.
Es esencial informar al médico si se sufren problemas de incontinencia, para que pueda revisar si hace falta tratar la musculatura de la pelvis, teniendo en cuenta que puede ser el origen del dolor. Al fortalecer la musculatura de la pelvis, se puede dar tratamiento a la dolencia en la espalda, y a la vez, a la incontinencia.