Los más representativos son especies de peces destinados a la acuariofilia, conocidos en este ambiente como “peces de cristal”, entre aquéllos que se hallan múltiples ejemplos curiosos.
El pez gato de cristal
Pez gato de cristal
Uno de los más frecuentes es el pez gato de cristal (Kryptopterus bicirrhis). Originario del sureste asiático, se distribuye naturalmente por los ríos de Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, Malasia y por las islas de Sumatra y Borneo. Su rango de distribución nativa incluye asimismo la isla de Java, si bien, conforme la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), sus poblaciones se consideran seguramente extintas.
Evidentemente, no todo el pez gato de cristal es transparente. Lo es su piel y su musculatura, mas los órganos internos presentan color. Solo se logra adivinar en su interior la larga columna vertebral y las espinas. Un rasgo de este pez, no obstante, es que todos estos órganos se amontonan justo tras la cabeza y ocupan poquísimo espacio. La cola musculosa, transparente, acompañada por una aleta anal que se prolonga desde la cloaca hasta la punta, donde se abre la aleta caudal en forma de ‘V’, forma prácticamente 4 quintos de su longitud total.
La perca de cristal de la India
Perca de cristal de la India
Apreciadísima entre los acuariófilos, si bien menos común, es la perca de cristal de la India (Parambassis ranga). Como señala su nombre, es un pez originario de la península del Indostán, presente en ríos, estuarios y otros humedales de Pakistán, Nepal, India, Myanmar y Tailandia.
Si bien comparte con el pez gato de cristal un cuerpo con gran trasparencia y el título ‘de cristal’, pertenece a un conjunto muy diferente de peces, a la familia de los ambásidos. Su cuerpo es más robusto y corto que el pez gato de cristal, su cola musculosa asimismo representa la mayoría de su longitud, en torno a 3 cuartas partes. Los órganos internos, que carecen de trasparencia, se amontonan en la zona ventral, justo tras la cabeza, formando una masa blanquecina. Tras ella, como una burbuja enana, se aprecia la vejiga natatoria.
En España es una práctica poco común, mas en otros países es parcialmente frecuente hallar, libres para acuario, percas de cristal en cuyo interior exhiben trazas, líneas o máculas de vivos colores. Esta pigmentación no es natural, en lo más mínimo, ni brota a resultas de la selección artificial ni de la manipulación genética. Se trata de pigmento inyectado bajo la piel, a través de múltiples punciones, durante las líneas dorsal y ventral, como tatuaje.
Esta práctica, que empezó a extenderse sobre todo en viveros asiáticos a fines de los años setenta, resulta exageradamente perjudicial para el pez. Muchos mueren a raíz del trauma y la mayor parte no subsiste más de un par de meses. Además de esto, en los pocos supervivientes, el pigmento se desvanece en menos de un año.
El pez duende de cabeza transparente
Pez duende de cabeza transparente
Cuando se observa este pez tan extraño, la primera cosa que llama la atención es su característica cabeza en forma de domo transparente. Sobre la boca resaltan dos protuberancias pigmentadas, semejantes a un par de ojos de expresión afable y que, acompañados de lo que semeja una media sonrisa, le dan al pez duende un aspecto afable.
Si bien el pez duende (Macropinna microstoma) se descubrió en el año mil novecientos treinta y nueve, su aspecto real fue ignoto hasta el momento en que fue retratado por vez primera en dos mil cuatro. Esto es debido a que su domo craneal colapsa y se desinfla al sacar al pez a la superficie. Mas ese aspecto no es lo más extraño de este pez; considerablemente más extraña es su anatomía. Y es que esas protuberancias que semejan ojos, no son sus ojos, sino más bien sus agujeros nasales.
Para hallar sus ojos hay que mirar más adentro, dentro de su cabeza. En el domo transparente resaltan dos bulbos de color verdoso, que se sostienen a la base del cráneo con un par de pedúnculos; esos bulbos son los ojos del pez. Son tubulares, móviles, y puede orientarlos en cualquier dirección. La cabeza transparente se transforma, puesto que, en una enorme ventaja para el pez duende: tiene una visión periférica prácticamente perfecta.
Referencias:
Allen, D. J. et al. dos mil diecinueve. Kryptopterus bicirrhis (e. T180737A1657421; IUCN Red List of Threatened Species).
Eşanu, V.-O. et al. dos mil quince. Some considerations concerning the artificially colored aquarium fish trade. Aquaculture, Aquarium, Conservation and Legislation, 8(1).
Robison, B. H. et al. dos mil ocho. Macropinna microstoma and the Paradox of Its Tubular Eyes. Copeia, dos mil ocho(cuatro), setecientos ochenta-setecientos ochenta y cuatro. DOI: 10.1643/CG-siete-ochenta y dos
Vidthayanon, C. dos mil once. Parambassis ranga (e. T180994A1686402.; IUCN Red List of Threatened Species).