Representación artística de una hipotética tierra plana – kevron2001/iStock
Los coletazos del terraplanismo
Fotografía de satélite del planeta Tierra – ESA
El esferoide achatado por los polos
La manera más admitida de la tierra hoy en día es la de un esferoide oblato, levemente achatado por los polos. Este achatamiento se genera por efecto de la rotación terrestre: el ecuador está sujeto a una mayor aceleración inercial centrífuga que los polos, que desfigura el planeta. A mayor velocidad de rotación, mayor es este achatamiento.
El diámetro ecuatorial de la Tierra mide unos doce setecientos cincuenta y siete quilómetros, al tiempo que el radio polar es de unos doce setecientos catorce. La diferencia entre los dos es de apenas cuarenta y tres quilómetros. O sea, que la tierra es un esferoide muy sutilmente achatado por los polos.
En cartografía, a los esferoides de referencia se les llama ‘datum geodésicos’, y en dependencia del sitio geográfico al que se quiera aplicar, debe utilizarse el conveniente. La existencia de diferentes datum de referencia, y el hecho de que unos no coincidan con otros, nos prueba que el modelo de esferoide achatado por los polos tampoco es la manera adecuada de la tierra.
De la tierra patata a la tierra pera
Modelo de la tierra en forma de patata – ESA
A lo largo del año dos mil cuatro, el satélite GOCE (iniciales en inglés de Explorador de la Circulación Oceánica y la Gravedad) de la Agencia Espacial Europea liberó una de las representaciones que más polémica ha despertado en la última década. Muchos medios aceptaron que esa imagen representaba la manera real de la Tierra, y lejos de ser una esfera, mostraba un cuerpo informe, que fue equiparado con una patata.
La representación del GOCE es real; lo que no es adecuado, en un caso así, es su interpretación. La ESA jamás aseveró que ese modelo representase la manera real de la tierra, sino se trataba de un mapa del campo de gravedad, lo que se traduce en leves alteraciones de altura con respecto al esferoide de referencia promedio. En el modelo, las alturas presentan una alteración de entre cien metros sobre el esferoide de referencia, y cien metros por debajo.
Esto es, que esos enormes relieves que aparecen en la imagen del GOCE expresan un máximo desnivel de doscientos metros. Teniendo presente que el diámetro ecuatorial de la tierra es de unos doce setecientos cincuenta y siete quilómetros, la alteración real representada en ese modelo de ‘tierra patata’ es de menos de un cero,002 por ciento. Una alteración apenas intrascendente, que la representación del GOCE exagera de manera deliberada para facilitar su visualización.
Estas irregularidades leves no son las únicas que se observan en el planeta. Asimismo hay una diferencia en los dos hemisferios. Si tomamos como referencia los dos trópicos —dos líneas paralelas imaginarias, ubicadas a una latitud aproximada de 23.44º en los dos hemisferios—, la longitud del trópico de Capricornio —del hemisferio sur— mide unos doscientos cincuenta metros más que el trópico de Cáncer —del hemisferio norte—; y con respecto a ese esferoide de referencia, achatado por los polos, el polo sur está a unos veinticinco metros por debajo, al tiempo que el polo norte está a unos veinte metros por encima. La mejor definición que han dado para esta forma, más ancha y ñata por abajo, más angosta y afilada por arriba, es una pera.
Esquema de la deformación de la tierra en forma de pera – (D. G. King-Hele et al., mil novecientos setenta y tres)
¿Por qué desde el espacio vemos una esfera prácticamente perfecta?
Esto es, que al lado de la orografía, la Tierra tiene una forma próxima a la esfera, mas con ciertas particularidades: achatada por los polos, con ciertas irregularidades locales semejante a la superficie de una patata, y una deformación general en forma de pera.
No obstante, cuando vemos el planeta desde el espacio, lo que nos muestran las fotografías es una esfera prácticamente perfecta. ¿Son quizás todas y cada una estas deformidades incorrectas? No, no lo son. Sencillamente, las fotografías no son capaces de enseñar estas irregularidades.
En comparación con achatamiento por los polos, el radio polar es un cero.33 por ciento más corto que el ecuatorial. Las máximas irregularidades en la superficie-patata representan un cero,002 por ciento con respecto al esferoide de referencia, y la deformación en forma de pera representa una alteración de menos del cero,001 por ciento . Son deformaciones a tener en consideración para hacer cálculos o análisis de precisión, mas son alteraciones tan leves que son imposibles de captar en una foto. Sencillamente, cualquiera de estas alteraciones es inferior al tamaño de un pixel de esa fotografía.
Referencias:
- Brockmann, J. M. et al. dos mil veintiuno. An Improved Model of the Earth’s Static Gravity Field Solely Derived from Reprocessed GOCE Data. Surveys in Geophysics, cuarenta y dos(dos), doscientos setenta y siete-trescientos dieciseis. DOI: diez.1007/s10712-veinte-nueve mil seiscientos veintiseis-cero
- King-Hele, D. mil novecientos setenta y seis. The Shape of the Earth. Science, ciento noventa y dos(cuatro mil doscientos cuarenta y seis), mil doscientos noventa y tres-mil trescientos. DOI: diez.1126/science.192.4246.1293
- King-Hele, D. G. et al. mil novecientos setenta y tres. Refining the Earth’s Pear Shape. Nature, doscientos cuarenta y seis(cinco mil cuatrocientos veintiocho), ochenta y seis-ochenta y ocho. DOI: diez.1038/246086a0
- Russell, J. B. mil novecientos noventa y siete. Inventing the flat earth: Columbus and modern historians ([Nachdr.], 1. publ. in mil novecientos noventa y uno). Praeger.