El cambio climático se hace presente: búsqueda de refugios climáticos
El impacto del cambio climático ya no es solo una amenaza futura, sus efectos son evidentes y están causando estragos en la población. España está experimentando áreas cada vez más desertificadas, escasez de agua en algunas regiones y olas de calor veraniegas cada vez más frecuentes, duraderas e intensas. Estos efectos se suman a los de las islas de calor urbano presentes en las ciudades, creando un entorno hostil que puede tener graves consecuencias para la salud e inclusó la muerte.
Abordando el cambio climático
Ante este escenario, existen dos acciones posibles y compatibles entre sí. En primer lugar, frenar el cambio climático mediante la adopción de medidas necesarias para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero e incluso capturar los gases ya emitidos. Esta perspectiva puede parecer utópica, pero es importante seguir luchando por ella. Requiere acciones globales, coordinación y un cambio en el modelo de producción y consumo que no todos están dispuestos a aceptar.
La búsqueda de refugios climáticos geográficos
Por otro lado, se plantea la creación de refugios climáticos como medida de mitigación de los impactos en la salud. Desde una perspectiva geográfica, un refugio climático se entiende como una región donde las condiciones climáticas seguirán siendo adecuadas para la habitabilidad y la agricultura, a pesar del cambio climático.
En España, algunas regiones se verán gravemente afectadas por la aridez en las próximas décadas, llegando a ser inhabitables o inadecuadas para la agricultura. Actualmente, las provincias de Alicante, Murcia y Almería son las áreas más áridas de la península. Otras regiones, como la Comunidad Valenciana, el valle del Ebro, Andalucía, Albacete, Ciudad Real, Toledo y Cuenca, se consideran semiáridas. Sin embargo, si las proyecciones climáticas son correctas, estas zonas se extenderán a otras regiones de la península, afectando a áreas de Castilla y León, Madrid, Ávila, Valladolid y Palencia.
En este sentido, las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja, junto con otras áreas específicas de Castilla y León, Guadalajara, Cuenca y las regiones pirenaicas de Zaragoza, Huesca, Lleida y Girona, son consideradas refugios climáticos más favorables en España.
El papel de los refugios climáticos arquitectónicos
Además de los refugios climáticos geográficos, también es importante considerar los refugios climáticos desde una perspectiva arquitectónica. Estos refugios se refieren a las infraestructuras que ofrecen protección a los ciudadanos contra los efectos adversos del cambio climático.
Desde este punto de vista, es necesario transformar las viviendas para que estén mejor aisladas del calor exterior. Esto se puede lograr mediante el uso de paneles aislantes, pinturas reflectantes y toldos, entre otros elementos. El uso intensivo del aire acondicionado no es una solución adecuada, ya que emite calor al exterior y contribuye al efecto de isla de calor urbana.
Además de asegurar que las viviendas estén aisladas y aclimatadas, es importante crear lugares que puedan servir como refugios independientemente de su función habitual. Estos lugares pueden incluir bibliotecas, museos, centros cívicos, hospitales y colegios. Los parques y jardines arbolados también desempeñan un papel crucial como refugios climáticos urbanos, ya que la presencia de árboles reduce la temperatura ambiental y proporciona sombra.
Algunas ciudades, como Barcelona, ya han establecido una red de refugios climáticos donde los ciudadanos pueden acudir en caso de necesidad. Estas instalaciones ofrecen actividades, charlas, exposiciones y otros recursos para informar y entretener a las personas que las utilizan.
En conclusión, la búsqueda de refugios climáticos geográficos y arquitectónicos es fundamental para mitigar los impactos del cambio climático en la salud y la habitabilidad. Es necesario tomar medidas urgentes y duraderas para frenar el cambio climático y adoptar medidas adaptativas que permitan a las personas encontrar lugares seguros y habitables en un entorno cada vez más hostil.
Referencias:
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