El PVC en la construcción: un problema de reciclaje
Según datos recientes, más de la mitad del PVC utilizado a nivel mundial se encuentra en el sector de la construcción. Este material se utiliza principalmente en forma de tubos, canalizaciones y perfiles para carpintería. Sin embargo, también es el sector que genera la mayor cantidad de residuos de PVC.
A pesar de esto, el proceso de reciclaje de este tipo de plástico está principalmente orientado al uso doméstico, lo que lleva a que los elementos de PVC provenientes de obras sean desechados en contenedores o vertederos. Esto implica que no se eliminan adecuadamente los componentes peligrosos o residuales del material primario.
Un reciente estudio realizado por la Asociación Española del Aluminio (AEA) arroja luz sobre esta problemática. El informe, titulado «CoCircular. Estudio sobre la reciclabilidad de los materiales para carpinterías de PVC y aluminio», fue desarrollado por terceros independientes con el objetivo de comprender la circularidad real de los materiales de PVC y aluminio en la producción de perfiles de carpintería.
Un análisis del ciclo de vida del PVC
El estudio se centra en analizar el ciclo de vida del PVC, desde su clasificación como residuo de postconsumo hasta su transformación en nuevos productos reciclados. Se enfoca en los tres eslabones principales de la cadena de valor: la producción del residuo, su tratamiento y transformación en materia secundaria o reciclada, y la fabricación de nuevos productos reciclados.
Según Gonzalo de Olabarria, Secretario General de la AEA, en la actualidad se está mejorando la separación de residuos gracias a la entrada en vigor de la Ley 7/2022. Sin embargo, muchos materiales de PVC en las obras siguen sin cumplir con las condiciones mínimas de calidad exigidas por las plantas de tratamiento. Por lo tanto, terminan siendo depositados en vertederos.
La problemática de los plásticos radica en la diversidad de materiales que abarcan, ya que no existe una subdivisión adecuada para agruparlos según sus características químicas específicas. Cada uno de estos plásticos debería tratarse y gestionarse de manera diferente, ya que a menudo son incompatibles entre sí. Sin embargo, los altos costos y la falta de recursos dificultan esta tarea, y solo se lleva a cabo la segregación de los materiales rentables, como los metales.
A diferencia de los plásticos, el aluminio utilizado en materiales de construcción se recicla en más del 90%. Este metal puede reciclarse infinitas veces sin perder sus propiedades ni su calidad. No se descompone en presencia de agua ni se altera en contacto con el aire. Además, apenas sufre degradación con los procesos de recuperación o el paso del tiempo.
Conclusiones del estudio
El estudio «CoCircular. Estudio sobre la reciclabilidad de los materiales para carpinterías de PVC y aluminio» también arroja otras conclusiones importantes:
– Hasta la actualización de las normativas de gestión de residuos en 2022, no se habían definido objetivos claros para la separación de los distintos materiales que conforman los residuos de construcción y demolición (RCDs).
– Falta una normativa específica que gestione y aborde las peculiaridades y tipologías de residuos generados por el sector.
– Existe una clara necesidad de subdivisión en la clasificación de los grupos de residuos, especialmente los plásticos.
– A pesar de las nuevas normativas, no se realiza una adecuada vigilancia y seguimiento de su cumplimiento por parte de la administración pública.
– Las gestoras especializadas en RCDs se centran principalmente en los materiales pétreos y metálicos, careciendo de tecnología para la clasificación y segregación de otros residuos.
– No se aplican tarifas diferenciadas para los residuos separados, lo que dificulta la segregación rentable en las obras.
– La falta de concienciación y formación impide una adecuada segregación y separación de los residuos, tanto para cumplir con las normativas como para reducir el impacto medioambiental.
– Se han logrado mejoras sustanciales en la gestión de residuos en la construcción de obras nuevas, pero la demolición, rehabilitación y reforma siguen presentando deficiencias en el tratamiento de los RCDs.
– Solo se realiza una segregación efectiva en las familias de residuos que ofrecen rentabilidad económica, principalmente los metales.
En resumen, el aluminio se presenta como una opción más ventajosa que otras alternativas para apoyar los valores de circularidad y reciclabilidad en las obras de construcción y rehabilitación. Se espera que las condiciones actuales cambien para aumentar el reciclaje y la gestión adecuada de los residuos de PVC en el sector de la construcción.