Los astrónomos examinaron diferentes fósiles de la capacitación geológica Hell Creek, los que datan de la temporada del asteroide. Simularon la obscuridad global, y observaron de qué forma se vería perjudicada la humanidad con escenarios que van desde cien a ochocientos días de obscuridad total.
Suponiendo que el setenta y cinco por ciento de las especies se extinguieron tras la colisión del asteroide, el equipo de estudiosos concluyó que se precisaron setecientos días de obscuridad para conseguir tal nivel de extinción.
Es más, apuntan la posibilidad de que, pese a la desaparición de la obscuridad y del regreso en sí de la luz solar, el declive del ecosistema persistió a lo largo de décadas. En concreto, señalan que habría sido preciso no menos de cuarenta años a fin de que el ecosistema volviese, por último, a la normalidad.