Jamás he sido entusiasta de los guardarropas empotrados y en el momento en que me mudé lo primero en lo que pensé fue en quitarlos. No obstante, visto y estimando que la nueva habitación es considerablemente más espaciosa que la de mi precedente casa, he decidido dejarlos y hacer empleo de su espacio, puesto que no me han quedado dudas de que mi ropa cabe allá dentro y puedo liberarme del guardarropa independiente.
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Al hacerme la idea de que los guardarropas empotrados estaban para quedarse, empecé a investigar sobre de qué forma convertirlos, puesto que, seguramente los habían construido hace más de cuarenta años. Por lo tanto, sus bisagras ya estaban vencidas y el papel mural que tenían se veía terrible y trasnochado.
Como los guardarropas empotrados son una parte sobresaliente del dormitorio, me di cuenta que algo debía hacer para integrarlos con el resto de la decoración, con lo que puse mis manos a la obra.
Después de investigar hallé en Pinterest un diseño cautivador que hacía que los guardarropas empotrados pareciesen una ventana. Para iniciar, quité las puertas viejas y le solicité a mi amigo carpintero que hiciese nuevas puertas en MDF para el guardarropa con un marco de paneles. Una vez instalados, procuré una impresión de papel tapiz tropical.
El MDF es increíble mas cualquier pintura que pongas sobre él se absorberá, con lo que puse 2 capas de imprimación a base de solvente.
Cuando se secaron, pinté los marcos y aledaños con pintura de color rosa, utilizando un pincel y un rodillo y también hice lo mismo con las paredes de la habitación.
Más tarde, corté el papel en tantas secciones como tenía el guardarropa y procedí a aplicar pasta adhesiva para papel tapiz en una sección y a pegar el papel esmeradamente. Alisé con una espátula y utilicé un cúter para recortar el exceso de papel en los bordes. Entonces, repetí esto en todas y cada una de las secciones de los guardarropas empotrados.
Como vas a poder ver he transformado los guardarropas empotrados y ahora se ven como un paraíso tropical.