Costas españolas: El avistamiento de cinco medusas

Las fascinantes criaturas marinas conocidas como medusas son una visión común en las costas españolas durante los días calurosos. Estas criaturas, aunque hermosas, también pueden ser peligrosas. En este artículo, exploraremos algunos de los tipos más comunes de medusas que se pueden encontrar en las costas ibéricas y aprenderemos sobre sus características distintivas y niveles de veneno. Si alguna vez te encuentras con una de estas criaturas en tus visitas a la playa, ahora estarás mejor preparado para lidiar con ellas.

La medusa sombrilla: Belleza en la sencillez

La medusa sombrilla (Aurelia aurita) es la especie más común de medusa en las costas ibéricas. Aunque puede variar en tamaño, generalmente tiene un cuerpo globoso de 25 a 35 centímetros de diámetro. Sus tentáculos cortos y ordenados rodean su margen festoneado, mientras que cuatro brazos urticantes cuelgan del centro, dando la apariencia de un velo. La medusa sombrilla es generalmente transparente, pero en su interior se pueden observar cuatro estructuras en forma de herradura llamadas gónadas. Estas estructuras son de color blanco amarillento en los machos y rosado o púrpura en las hembras. Aunque esta medusa es poco venenosa y rara vez pica, es importante tener precaución debido a posibles reacciones alérgicas.

La medusa clavel: Un latigazo de peligro

La medusa clavel (Pelagia noctiluca) es otra especie común en las costas españolas. A diferencia de la medusa sombrilla, la medusa clavel es más pequeña, con un diámetro de no más de 12 centímetros. Su coloración purpúrea con manchas más oscuras la hace fácil de reconocer. Esta medusa cuenta con cuatro brazos que rodean la boca y ocho tentáculos largos. A diferencia de otras medusas, la medusa clavel tiene células urticantes distribuidas por todo el cuerpo. Sus picaduras, similares a un latigazo, pueden inyectar pigmentos en la piel, dejando marcas permanentes. Además de su peligrosidad, las picaduras de la medusa clavel pueden tener rebrotes años después.

La medusa aguamar: Belleza amarilla y marrón

La medusa aguamar (Chrysaora hysoscella), también conocida como acalefo radiado, es similar en tamaño a la medusa sombrilla. Sin embargo, su coloración amarillo anaranjado con patrones marrones rayados la distinguen. Esta medusa tiene lóbulos periféricos en lugar de un margen festoneado y cuenta con cuatro brazos y 24 tentáculos agrupados en ocho grupos de tres. Aunque las picaduras de la medusa aguamar son poco frecuentes, pueden tener un nivel de gravedad intermedio.

La medusa huevo frito: Un aspecto único

La medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) recibe su nombre debido a su forma característica. Visto desde arriba, su cuerpo tiene una apariencia similar a un huevo frito con una superficie plana y pálida alrededor de una umbela abombada de color anaranjado. Sin embargo, la verdadera belleza de esta medusa se encuentra debajo de su «huevo frito». Sus ocho brazos orales se dividen en porciones cada vez más pequeñas, creando un patrón similar a una coliflor. Aunque esta medusa es considerada poco tóxica y sus picaduras son infrecuentes y leves, puede causar molestias cuando se encuentra en grandes cantidades en una playa.

El acalefo azul: Una majestuosa presencia

El acalefo azul, también conocido como aguamala (Rhizostoma pulmo), es una de las medusas más grandes que se encuentran en las costas españolas. A diferencia de otras especies, esta medusa tiene una umbela abombada de color blanco liso con un borde festoneado azul llamativo. Su tamaño puede superar fácilmente los 60 centímetros de diámetro e incluso llegar a un metro. A diferencia de muchas medusas, el acalefo azul carece de tentáculos. En su lugar, cuenta con ocho brazos que se dividen en estructuras cilíndricas que rodean la abertura bucal. Las picaduras de esta medusa son moderadamente venenosas y pueden causar dolor agudo que puede durar hasta 36 horas.

Como podemos ver, las costas españolas albergan diversas especies de medusas, cada una con sus propias características y niveles de veneno. La próxima vez que disfrutes de un día soleado en la playa, mantén un ojo abierto para admirar estas fascinantes criaturas marinas, pero recuerda mantener la precaución para evitar las picaduras.

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