Así se comunican las hormigas para salvarse la vida

La “voz” de alarma

Otro género de feromonas que pueden producir las hormigas son las feromonas de alarma. Con glándulas en la cabeza y en el abdomen, estas feromonas son liberadas a voluntad cuando perciben algún riesgo o padecen alguna agresión.

Estas son feromonas muy volátiles, que se expanden velozmente por las cercanías de la hormiga transmisora, y duran poquísimo tiempo. En el momento en que una hormiga recibe una señal de alarma, ella a su vez reacciona emitiendo una nueva alarma, creando una reacción en cadena en todas y cada una de las hormigas de la cercanía.

Frente a una alarma, las hormigas pueden reaccionar de distintas formas. Las formas más violentas, o “soldado”, acostumbran a asistir para agredir al contrincante, en defensa de la colonia, al paso que las obreras más expertas en otras labores acostumbran a huir.

Un comportamiento especial relacionado con los sistemas de alarma es el que hallamos en la especie Megaponera analis, hormigas que acostumbran a agredir habitualmente colonias de termitas. Cuando, a lo largo de una incursión, una hormiga resulta herida, emite señales feromonales equivalentes a lo que comprendemos por “dolor”. Una comunicación concreta que alarma a sus compañeras de su estado de salud. Esto provoca en sus compañeras un comportamiento de rescate; la transportan hasta la colonia y la cuidan, rezumando substancias antimicrobianas en la saliva y lamiendo sus heridas. Se calcula que, en estas circunstancias, el tratamiento de las hormigas heridas puede reducir la mortalidad hasta en un setentapor ciento.

Este artículo ha sido revisado y aprobado por José Manuel Vidal Cordero,
entomólogo de la Estación Biológica de Doñana (CSIC)

REFERENCIAS:

David Morgan, E. dos mil nueve. Trail pheromones of ants. Physiological Entomology, treinta y cuatro(1), 1-diecisiete.
DOI: 10.1111/j.1365-3032.2008.00658.x

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Vidal Cordero, J. M. dos mil veintiuno. Las hormigas. CSIC, Catarata.

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